Markak. Gernika 1937
Año: 2007
ISBN: 978-84-7681-516-8
Pag.: 136
Un dicho popular dice que el rostro es el espejo del alma. Una sonrisa dejaría entrever que la persona está contenta, atraviesa por un momento feliz; si llora, su alma a buen seguro flaqueará y si su tez está arrugada, ésta aludirá a una piel curtida por los años, con muchas anécdotas por contar si así lo desea. Estas últimas arrugas son las que motivaron a Atxaga a escribir sobre el transcurso de los años y de las marcas que deja el paso de éstos. Concretamente, fueron las de su tío Tomás. Pero no fueron las únicas marcas que le llamaron la atención. Estando en un pequeño museo de Milán, le sorprendió una piedra que llevaba por nombre Il masso di Bormo. Le despertó la curiosidad por las líneas y rastros que mostraba. En esas dos ocasiones le ha venido a la mente hablar sobre las marcas que dejan los años, ya sea en las personas o en las piedras. Los testimonios orales han sido parte importante en sus fuentes, pero la documentación escrita sin duda, le ha ayudado sobremanera en este trabajo que pensaba que le iba a llevar unos días y finalmente han sido meses los dedicados a esta labor. "Este libro es tan solo un resumen de los tres o cuatro meses de trabajo, de leer, documentarme...".
Otras ediciones
Marcas. Gernika 1937
Pamiela
(Castellano)
- 2007
Marques
Arcadia
(Catalá)
- 2008
ISBN:
978-84-9353-451-6
Pag.:
72
Traducción:
Josep M. Fonalleras